No voy a usar comas aunque os pese porque las pausas cortas me agotan la mente y hoy no me siento así. O paro del todo o exploto de velocidad comprimida en mis mejillas. Veis? Paro. Paro.
Hoy necesito ser informal hasta el punto de vestirme de insolencia amarilla y luchar contra las pausas que me otorga el día que parece acaba de empezar.
Sin coger aire juego con los esquemas de la realidad contruída por genios ya enterrados que alguna vez también moldearon letras en días que no podían parar por no ver la realidad que les pesaba sobre sus hombros.
No me apetece parar porque prefiero ser fugaz e ilocalizable y necesito decidir que a mi paso se apaguen las luces de invierno que alguien encendió para tocarme las pelotas en estos días tan faltos de color.
Fugaz e irremediable como una fusión de dos mentes geniales frente a una pared llena de grafittis en una ciudad sucia dentro de un país sucio en un mundo no tan sucio.
La necesidad del paro me atrapa de noche frente a mi cama y la almohada se ríe de mi.
Hoy no quiero parar
Thot*
1 comentario:
Símbolo. Metáfora. Prosopopeya.
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